martes, 3 de febrero de 2009

Copla, Sus principios

(Flor: Calvel Blanco)

La Cruz de Mayo-Estrellita de la Palma


Algunos cuentas que la Copla tiene sus raíces en el teatro del siglo XVIII, cuando la jácara, el entremés y el sainete, finalizaban con una puesta en escena musical y cantada, que en sus principios tenía relación con el tema principal de la obra, y que posteriormente se fue desligando de ésta hasta tomar autonomía propia, llegando a formarse una composición literario-musical, comenzando así su desarrollo histórico. Esta forma de cante tomó el nombre de Tonadilla,

La Tonadilla evolucionó su desarrollo a través de cinco etapas, entre 1750 y 1850. Durante la etapa tercera, entre 1770 y 1790, es cuando llega a su mayor apogeo, naciendo así la Tonadilla Unipersonal, precursora de todas las variedades que irían apareciendo posteriormente

Posteriormente, en su quinta etapa, la Tonadilla comienza a decaer, siendo representada cada vez menos asiduamente, si bien acaso se representaban algunas en celebraciones especiales, como la Navidad o Ferias, dando paso al llamado Género Chico, una especie de zarzuela más ligera y popular cuyo momento de máximo desarrollo se produce al final del siglo XIX, coincidiendo a la moda costumbrista de la época.

Comenzaron entonces a producirse un tipo de composiciones más grandiosa, aunque sin apenas calidad, composiciones con música pegadiza y letras picarescas con doble sentido, libertino.

Este género tomó el nombre de Cuplé, y se representaban tanto en teatros como en salones y cafés.

Se desarrollaron dos tipos de cuplés, el sentimental de estilo romántico y el pícaro y descarado, que fundamentalmente fue el que triunfó, en general después de la I Guerra Mundial, ávida como estaba la gente de olvidar tanta tragedia y miseria.

Cupletista importante del momento fue Consuelo Portella, más conocida como “La Chelito” o “La Bella Chelito”, que puso de moda el cuplé picaresco “La pulga”. A estas intérpretes de las denominaba “Canzonetistas”

En torno a las décadas de 1920 y 1930, comienzan a buscarse nuevas vías de expresión y se vuelve de nuevo a las raíces: el romance, el entremés y la expresión popular. Intelectuales, escritores y compositores se vuelven hacia las escenas populares y el flamenco, y comienzan a trabajar con esas posibilidades.

El flamenco hasta ese momento se cantaba y bailaba en tabernas, y nunca ningún intérprete había subido a un escenario. Pero el acervo cultural flamenco y andaluz era tan grande, que no es de extrañar que personalidades como Manuel de Falla o Federico García Lorca, entre otros, ahondarían en ello.

Federico García Lorca y Encarnación López, La Argentinita, grabaron en 1931 unos discos que recopilaban una colección de canciones antiguas andaluzas y castellanas, ella cantando y él al piano, entre las que se encontraban: “En el café de Chinitas”, “Anda jaleo”, “Los cuatro muleros”, “Romance de los mozos de Monleón” y “Los pelegrinitos”. Esta recuperación revolvió el mundo de las variedades, y ayudó a alumbrar un nuevo folclore..

En el apogeo de los espectáculos de variedades, en los que se interpretan cuplés, canciones, Pepe Marchena, o Estrellita Castro se subieron a los escenarios para interpretar canciones que, con aires flamencos, contaban historias andaluzas.

A pesar del éxito también tuvo consecuencias negativas, al propiciar el surgimiento de un tipo de canciones plagadas de tópicos sobre un falso andalucismo, que se hizo muy popular y se extendió de una manera irreparable. De esta forma, surgieron dos tipos de copla: la canción española y la canción andaluza. La diferencia entre ambas reside en el tema.

El cuplé fue languideciendo, constreñido a cafetines y locales de baja estofa, y así sus temas se anquilosaron, pues el público no pedía otra cosa. Lo picaresco se adueñó del género. Frente a él, la canción española y andaluza crecieron y se hicieron dueñas de los teatros, los discos y el cinematógrafo. A ambas composiciones se les ha llamado copla, aunque algunos estudiosos hayan demostrado que la copla propiamente dicha es una estrofa de cuatro versos de arte menor hecha para ser cantada, en la que riman los pares y quedan libres los impares. Pero sucede que en la canción —española o andaluza— hay copla, y que además esa canción tiene un argumento costumbrista, que la distingue de cualquier otro tipo de composición, por lo que ambas son sinónimo de copla.

En un periodo de guerra, posguerra, hambre y miserias, la Copla adquirió su esplendor en la voces de, generalmente al principio mujeres, aquellos que contaban con sus melodías las escenas cotidianas diarias, los amores y desamores y el vivir de cada día. A estas cantantes de Copla se las denominó folclóricas.

Muchas fueron las que pasearon su arte no solo por el territorio Español, sino también lo hicieron allende los mares, e incluso a parte de la Europa de régimen fascista, porque para ellas la ideología política e incluso religiosa nada tenía que ver con su cante.

El nombrar a todas y todos los que han dejado su huella y han quedado para la posteridad sería interminable, pero vaya aquí un ejemplo, digamos los pioneros que tantos y tantos otros han seguido: Concha Piquer, Estrellita Castro, Imperio Argentina, Miguel de Molina, Lola Flores, Juanito Valderrama, Manolo Caracol, Marifé de Triana… y tantos otros que hicieron de este género, la pasión e ilusión de mucha gente.

Estrellita De Palma

Una de las primeras coplas fue “La Cruz de Mayo”, composición preciosa del gran músico Manuel Font de Anta en 1921 o 22. Muchos años después, en 1957, “La Cruz de mayo” dio título a una película protagonizada por Gracia de Triana junto a Miguel Ligero, y en la que Gracia cantaba esta copla con letra de Salvador Valverde. También han hecho versiones de esta gran pieza intérpretes como Estrellita de Palma y Carmen Sevilla.

Fuente de Datos: Encarta, Wikipedia




4 cantaron a esta entrada:

Anónimo dijo...

Ésto lo cantaba mi madre, qué hermosura, qué hermosa es la música de nuestros pueblos: España y Argentina! Luz González Calero, nosotros vinimos de Canarias.

Coplas dijo...

Luz, me alegro que te haya traído buenos recuerdos...efectivamene es la música de nuestros prueblos.

Saludos,

Nostálgica y nada más dijo...

Es curioso, porque yo conocí esta bella copla cantada por una cupletista, Lilián de Celis, que le da un aire más cupletero, con su voz de registros más atiplados. Sea como sea, el tema es una joya, con esa historia en la que el tiempo pasa ...

Coplas dijo...

Nostálgica, Lilián de Celis fur m´çaxima figura en el cuplé. Me encantaría escuchar esta copla en su voz.

Besos

 

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